Para niños
Cuando pidió ayuda, Teddy estaba escuchando a Dios. Fue obediente y siguió la indicación de Dios.
Orar puede ayudarnos a escuchar los buenos pensamientos que siempre vienen de Dios, y esos pensamientos nos sanan.
Sentí tanto el amor de Dios que supe que todo estaba bien y dejé de llorar.
Había aprendido en la Ciencia Cristiana que Dios es el Padre-Madre amoroso de todos nosotros. Y puesto que Dios es infinito, está en todas partes.
En la Escuela Dominical de la Ciencia Cristiana, he aprendido que el amor de Dios está en todas partes y que siempre estoy en Sus brazos amorosos.
Cada uno de nosotros, y cada animal también, es bueno en gran manera, como dice en Génesis 1.
También sé que estoy rodeada por el amor de Dios y que Él me creó perfecta. No hay lugar para la enfermedad, puesto que yo soy perfecta y me aman perfectamente.
Los himnos siempre me ayudaron cuando he orado antes, así que mientras nadaba, canté un himno que conozco del Himnario de la Ciencia Cristiana.
Mi miedo desapareció porque sabíamos que Dios nos estaba dando lo que necesitábamos.
Kyle entendió que cualquier cosa grande y aterradora que tuviera que enfrentar, como pesadillas o aprender a nadar en el fondo de la piscina, podría llamarse Goliat.