Un Dia, Estaba haciendo cola en la caja del supermercado con mi cartera apoyada sobre las compras que llevaba en el carrito. Me di vuelta por unos pocos segundos para mirar algo, y cuando quise tomar mi cartera ya no estaba allí. La cajera vio una cartera en el piso del otro pasillo y corrió a recogerla. Era la mía pero faltaba la billetera que contenía dinero, llaves, tarjetas de crédito y otras cosas.
De inmediato llamamos por teléfono a la policía, al banco y avisamos a quienes era necesario. Mientras esperaba que llegara la policía, busqué el lugar más tranquilo que pude encontrar en el centro comercial para orar por esta situación.
Lo primero que me vino al pensamiento fue Amor como sinónimo de Dios. Uno de los títulos marginales de Ciencia y Salud por la Sra. Eddy, en la Lección Bíblica de esa semana, dice: "El Amor echa fuera el temor". (Es también, por supuesto, parte del bien conocido versículo de 1 Juan, "El perfecto amor echa fuera el temor"). Oré para estar consciente de las realidades espirituales: que el amor de Dios era lo único que estaba presente y activo y que Su amor me rodeaba y del mismo modo también incluía a quien había tomado mi billetera. Recordé la línea del poema de la Sra. Eddy titulado "Oración vespertina de la madre" que dice: "Su brazo nos rodea con amor".
Iniciar sesión para ver esta página
Para tener acceso total a los Heraldos, active una cuenta usando su suscripción impresa del Heraldo ¡o suscríbase hoy a JSH-Online!
